jueves, 4 de abril de 2013

Abriles de monarquías y otras cosicas

Por fin. Esa señora llamada Cristina que dicen es infanta de este país ha sido imputada por el juez Castro en el proceso por el Caso Nóos en una muestra de normalidad democrática que está siendo alabada como extraordinaria por los que babean con solo oír la palabra monarquía.

La monarquía es un anacronismo AR, con prebendas AR y que convierte a lo que debieran ser ciudadanos modernos en súbditos AR. Y en este país impuesta además por un dictador fascista. Y ahí sigue el ente con sus fastos y sus gastos, su corona y su corte, su folklore y su claca que aplaude cualquier mínimo gesto de un príncipe soberbio y antipático y una princesa casi transparente e igual de antipática.

Y así vamos.

Yo, mientras, a escuchar el himno de Riego. Que tiene su qué. Y además las banderas tricolores siempre son más bonitas que las de dos. ¿Que no?






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La capacidad infinita al parloteo que tienen algunos ejemplares de la especie humana no deja de sorprenderme. En vivo y en directo ya me aterra pero cuando los discursos torrentean por la red el horror alcanza unas cotas casi sublimes.

Por suerte siempre hay alguien que escribe mejor que una. Por ejemplo Juan Tallón que mapea en JotDown un recorrido por el silencio y las palabras parcas de algunos literatos, toreros y pensadores notables.

Si uno quiere ensayar, que mire a Montaigne. Como mínimo.

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Abril ha empezado intenso.

Con gente que no cumple compromisos por estar hablando del tiempo con su madre o organizando una próxima salida a Ikea en lugar de atender responsabilidades.

Con gente, como Marià Moreno y una muy inteligente e interesante Esther Sardans, que sí creen en lo que hace una y que se arremangan, sea la hora que sea. Y que además luego saben compartir cañas, risottos y chocolate.

Con sol y con 12 kilómetros en las patas y subiendo.

Con camisas y con ganas de volver al laurel de Fred Perry. Si se pudiera, claro.




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Momento musical, Serpentina, de Cesaria Èvora. A ver si encontramos a Tereshina por ahí. 







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