martes, 10 de enero de 2012

Madrid. Parte V

Gran Vía la nuit. Mucho cartel luminoso. Mucha marquesina. El anuncio de Schweppes (muy rara esta palabra cuando la escribes) y una edificio que emana colorines. Olor a calamares. Un cóctel que jamás un barcelonés aceptaría para el centro de su ciudad. Y así nos va.

-------
Pequeña pero intensa exposición de Berthe Morisot en el Thyssen. La bona confitura està als pots petits y este es un buen ejemplo. Dicen que a la ocasión la pintan calva y me aprovisiono de láminas para mi casa.

Luego, visita al flamante y faraónico nuevo Ayuntamiento, que ha reconvertido la antigua sede de Correos en uno de los principales reclamos turísticos de la ciudad. Los vigilantes de seguridad son salerosos, simpáticos y vacilones, como corresponde a un edificio rumboso y modernuqui. Uno, joven y majete, me llama señorita así que despliego rápido mis plumas de pavo real.

Las vistas de la octava son impresionantes y que rebién se está al solecito del mediodía.

-------
Paso delante de un Retiro otoñal y precioso, camino a casa dónde espera una comida catalana cortesía de la familia. Espinacas con pasas y piñones y butifarra. Como para quejarse. Eso sí, mañana no perdono: paseo por  el parque sí o sí.

------
La tarde aguarda en Malasaña y Chueca. Hortaleza arriba. Café en Bilbao. Libro en El Bandido Doblemente Armado. Cerveza en La Vía Láctea. Fuencarral abajo. Croquetas en El Tigre con su correspondiente caña. Y La Rendición en Microteatro por Dinero, que ya tengo las entradas reservadas.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

comprando láminas en la thyssen... como se las gasta la señorita martín.

Juanjo Jambrina dijo...

Pero ¿no había cerrado el bandido...?

Juanjo Jambrina dijo...

Me gusta esta casa. Te linko a mi blog, señorita.

Marta Martín de la Cuesta dijo...

No encontré la librería... En cambio, compré en el Hotel Kafka. Muy fermoso todo él.