Sábado. Miniresaca

Asumamos lo que hay que asumir: una vida sin complicaciones es una vida que no existe. Un oxímoron. A mi me gusta andar de puntillas, sin hacer mucho ruido. Y últimamente parezco un elefante en una cacharrería.

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Insomnio otoñal. La aclimatación está siendo más dura de lo esperado. Cinco meses de calor no se olvidan con agilidad y el ritmo circadiano hace de las suyas, así, en plan malvado. Esperemos que llegue pronto el frío de verdad y nos podamos acurrucar calentitos debajo de la manta. Ahí se está mejor.

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Mi amigo Carlos Ferrándiz ha tenido un gran contratiempo. La escuela que construyó para el proyecto Harapan en Sumbawa ha caído a causa del terremoto que el pasado 13 de octubre azotó la isla de Bali.

El proyecto Harapan busca mejorar las condiciones socioeducativas de los niños de Hu'u, capital de la isla de Sumbawa. Las familias de esta zona de Indonesia apenas cuentan con recursos para cubrir las necesidades básicas y la mayoría de los menores carecen de oportunidades para acceder a la educación. Carlos se ha propuesto dinamizar la economía de esta zona del país, que cuenta con unas espectaculares olas que pocos conocen y que no tienen nada que envidiar a las de Bali.

A través del surf, Carlos está consiguiendo colocar el foco en su proyecto. Incluso el gran Rob Machado ha colaborado en promocionar las camisetas de la ONG.

Animaos, anda. Colaborad aquí. A ver si entre todos hacemos algo bueno por una vez.


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Momento musical: Tokyo, de Linda Mirada.
Un grupo compuesto por dos guapas que, efectivamente, miran con lindeza.