miércoles, 6 de marzo de 2013

Sigue todo en su sitio

Ventas, los bares llenos por un partido del Real Madrid,  la Castellana y sus glorietas, Atocha y sus trenes y el bono bus de 10 viajes a 12,20€. 

Paseo, converso, río e inauguro los días madrileños con una de esas cañitas tan bien tiradas que abundan por estos lares. Diluvia a ratos. Y gana el Real Madrid. 

Las ediciones locales de los diarios siguen hablando de escándalos en la sanidad, del caso Madrid Arena y de tijeretazos que van y vienen. Mientras, en Cataluña parece que las cuerdas se siguen tensando. 


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Opacidades
Tensión que me relataba hace un par de días Esperança Padilla Richart, una periodista de raza, vocacional y con dos ovarios, acostumbrada a bregar en las calles y manejar los datos más duros. A pelo y con un Premio Tassis Torrrent de periodismo comarcal por su "Una nit entre les obreres del paradís" en el bolsillo, mi amiga ha dicho basta. Siete años de buen trabajo en el Diari de Girona acaban, entre otras cosas, por un enrarecimiento del ambiente informativo, me cuenta. 

- Hay una opacidad tal en los poderes públicos que una periodista no puede informar como debería. No te dan acceso a ningún documento, no te dejan preguntar. Por cuestiones de una construcción de país. Y cuando la verdad está en un horizonte tan lejano que ya es inalcanzable, te desesperas. 

Que los periodistas puedan acceder a los documentos de los poderes públicos para contrastar un ejercicio de responsabilidad y transparencia imprescindible para la calidad democrática. Poder hacer preguntas que incomoden a los políticos también. Igual que sacar a la luz los cadáveres de los armarios de partidos, sindicatos, judicaturas, hospitales, universidades y toda institución con sótanos oscuros. Sin eso, queridos, el cortijo se convierte en una ancha es Castilla y un tonto el último. Que, de hecho, es lo que está pasando. 

Padilla deja el Diari. Mala noticia para los lectores. La buena es que es una suerte de Ave Fénix que ha decidido centrarse en escribir un libro. Un proyecto que menciono con toda la mala leche para comprometerla y también para animarla. 


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Momento musical, Find a Romance, de Bigott. Nouveauté que me hace sonreír al despertar. 



1 comentario:

Esperança Padilla dijo...

Marta... No lo he visto hasta hoy. Gracias Google por darme alegrías de vez en cuando, aunque me retratas como si hubiera ejercido en Ciudad Juárez en vez de en una relativamente tranquila provincia periférica.

Las cosas van. Podrían ir mejor, pero van. Nos vemos. Besos.