Las fotografías de Cartier-Bresson resultan bellas, exquisitas
y tienen una composición impecable. Un 10 en técnica, sin duda.
Pero lo que de verdad hace de Cartier-Bresson un grande
entre los grandes es el particular punto de vista que ofrece sobre la vida
cotidiana de las personas, sean gentes anónimas de la calle o divas de Hollywood.
De los bajos fondos de las casas de putas a la casa de putas por antonomasia
que es el mundo del espectáculo. Y encima, sin dramatismos ni efectismos
gratuitos.
Tiene la habilidad que muchos periodistas quisiéramos de
captar el instante preciso en el que suceden las cosas y coloca el foco de la
acción en las personas, no en la acción misma. Por qué Cartier-Bresson fue un
humanista y supo que las cosas pasan porque hay gente que hacen que pasen.
1 comentario:
Maravillosas fotos, y tú tienes una sensibilidad fantástica. ¿Por qué no escribes poesías? Jajajajaja. Un beso de mamisu. Te quiero.
Publicar un comentario