Cómo matar al virus. Receta infalible

Una duerme a pierna suelta la noche del viernes, se levanta el sábado como una reina y desayuna como una princesa. Baja a Los Encantes, discute precios, regatea y charla con los comerciantes. Luego una riquísima calçotada en Can Rectoret con fantástica compañía y dulce siesta. Paseo vespertino, en plan flanneur, por las calles y edificios del Raval y coda con unas cañas en la Fábrica Moritz.

A dormir otra vez.

Domingo mañana. Vale la pena el esfuerzo de levantarse con el sol y correr un cachito de la Mitja Marató. 10 km para ser exactos. Con Guillermo Gallardo, gran motivador en temas deportivos. Paseo por la playa de la Barceloneta, cafecito ante el mercado y ducha.

Ni rastro de virus. Oigan. Fulminados.

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Hoy declara el vasco. Ese señor que goza de un estatus social y legal privilegiado. De la familia real, esa que nos han colado con patatas a los españolitos.

No tengo más que decir.