Me dieron las once y pico, salí corriendo al metro y luego al tren. Sin cenar. Y con las cuatro cervecitas de marras dando vueltas en la tripa. Tarde para ir a comprar comida. Y con un hambre de paquidermo.
Marta: Bueno, pues igual me voy a la cama sin cenar. O me hago una tortilla.
Hambre: Ni de coña. Te comes una hamburguesa con patatas.
Marta: Pero no tengo ni hamburguesa ni patatas.
Hambre: Vale, ¿y esas morcillas que compraste el otro día?
Marta: ¿Así, sin pan? No sería mejor una tortilla y ya.
Hambre: Abre el armarito. ¿No ves ahí unos picos sin abrir? Pues ya tienes tu pan.
Marta: Vale. Pongo las morcillas al fuego.
Hambre: No tendrás también algo de queso por ahí, por casualidad.
Marta: Esto... sí, pero es mucho y es tarde ya para comer tanto.
Hambre: ¡Que me des el queso ya!
Marta: Ok, pues pongo más picos.
Hambre: Venga, a comer.
Me comí el queso, las dos morcillas, un número indeterminado de picos.
Marta: Qué bien. Qué saciada.
Hambre: ¡No! Ahora quiero algo más dulcito. Ponme una leche calentita con Colacao.
Marta: Pero, ¿no tienes suficiente?
Hambre: Mucho Colacao he dicho.
Marta: Ok, pero calla ya.
Y me tomé también la taza de leche con Colacao caliente para luego irme a dormir. Sin regalos, piripi y con un extraño combinado de alimentos en el estómago.
------
Momento musical, Boys In The Band, de NKOTB, que salió este año y me hizo reír mucho porque es una genialidad viejuna muy genial.
3 comentarios:
Bienvenida a mi mundo! Eso me pasa casi siempre!
Lo importante es que te saciaste y pudiste desconectar algo. eso siempre es importante para la mente
Soy super fan de tu simplicidad, de tu manera cómica y tus detalles tan.. tu?
BRAVISIMO!
Publicar un comentario