jueves, 15 de marzo de 2012

Ascosindicatos en contra de las cooperativas

Lo de los sindicatos de este país no tiene nombre. Está sobradamente demostrado que no hay empresas más dinámicas, productivas, con un índice más alto de implicación por parte de los currantes y dónde más se los cuida que las cooperativas de trabajo. La transparencia de la información, los órganos asamblearios y democráticos de gestión y el objetivo de mantener cómo sea todos los puestos de trabajo de los asociados aseguran la estabilidad laboral y el crecimiento económico de este tipo de organizaciones.

He tenido la gran oportunidad de trabajar en una cooperativa de trabajo y, créanme, ha sido la mejor en en la que he estado.

Por eso, la caca del día se la dedico a UGT y CCOO que han puesto el grito en el cielo al enterarse que el grupo Eroski (cuya estructura empresarial ha pasado a ser cooperativa) va a convertir Caprabo en una cooperativa de trabajo. 9.000 trabajadores serán socios de pleno derecho de una empresa que, o muy mal informada estoy, o funciona la mar de bien. Tendrán un puesto de trabajo asegurado y participarán en todas las decisiones estratégicas de la empresa. Serán también empresarios y cobrarán un sueldo más los beneficios que generen cada año. Yo firmaría ya. ¿Y ustedes?

Pues bien. A los señoritingos millonarios de los sindicatos esta decisión de Eroski no les gusta, mira tu qué bien. Reproduzco dos declaraciones de los responsables de UGT y CCOO en Caprabo. Tengan un cubo cerca: no sé cuál de ellas es más perversa y vomitiva. Y tampoco es plan de ensuciar el escritorio regurgitando ética y neuronas.

Aquí están las perlas que extraigo del artículo de La Vanguardia.

Dice el periodista:

"Esta decisión es percibida de forma desigual en la plantilla, ya que mientras CC.OO. se muestra en contra de un proceso de estas características, UGT está abierta a negociarlo. La conversión de una compañía en cooperativa implica la desaparición de los comités de empresa, ya que los trabajadores pasan a ser propietarios de su propia empresa."

Bien indicada la razón de la rabieta sindical. Es la última frase. La desaparición de los comités de empresa. Los sindicalistas de marras pierden entonces su condición de parásitos y les toca trabajar. La madre de todos los males: el trabajo. Satanás encarnado en convertirse en empresario de tu propia empresa y dueño de tu destino.

Cita el periodista (agarren los cubos que la bilis acecha):

"Nos parece fatal porque al hacerte cooperativista pierdes derechos y no se aplica el convenio. Te conviertes en empresa y ya no eres trabajador", explica Maricarmen Blanco, responsable de la sección sindical de CC.OO. en Caprabo.

Qué nivel Maribel. "Jo tía, nos parece fatal. Pierdes derechos y convenio. Te conviertes en esa cosa tan fea y horrible. En empresa tía qué fuerte, y ya no soy trabajador y me ha dejado Miguel y me gusta la laca de uñas rosa y a él no, jo tía."

A ver Maricarmen bonita. Cuando seas cooperativista serás parte viva de la empresa y te lo tendrás que currar, deberás ejercer tu responsabilidad como empresa e implicarte en hacer de tu organización una entidad sostenible y que garantice el trabajo a todos los socios. Sé que es mucho pedir para una flor delicada como tú, pero seguro que puedes, maja.

En cambio, en la UGT se muestran más abiertos. El responsable de la federación de comercio de UGT, Óscar López, afirma: "Estamos a favor del empleo. Aunque se sea cooperati- vista, se puede estar afiliado. Por ejemplo, podríamos aceptar perder 40 delegados pero ganar 5.000 puestos de trabajo. Habrá que verlo".


Discuro retorcido. A favor del empleo "aunque sea cooperativista". Cínico, cuanto menos. Lo acepta por que el menda puede seguir "afiliado". Y sólo cambiaría a 40 delegados por 5.000 puestos de trabajo. Esto es: 1 afiliado vale 125 puestos de trabajo. Pues qué bien. Si que se quieren, los afiliados, que por cierto ¿no ocupan ya un puesto de trabajo? ¿Por qué quieren ocupar 125?

En fin. Que estos señores participan directamente en las tomas de decisiones estratégicas de este país. Y así nos va.

Y ahora, que haga el huelga el que quiera. Pero bajo estas banderas llenas de cacas de estos tipacos, a mí no me verán.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Coincido plenamente con el contenido de tu crítica. Indignante la actitud de CC.OO. (sobretodo) y UGT.

Discrepo, en cambio, con tu tono.