viernes, 6 de noviembre de 2009

Humanizando empresas

Mi vida laboral ha dado muchas vueltas, tantas y de tan diversa índole, que repasarlas lleva un rato. He vivido muchas situaciones tensas. Jefes completamente desconectados de la realidad. Jefes adictos al trabajo, al café de la Nespresso, bipolares y con la extraña convicción de que el tiempo puede dilatarse. Jefes malos pagadores. Sueldos míseros para los trabajadores y vida a todo trapo para los jefes. Jefes que ratean a los colaboradores. Pero no todo ha sido malo. He tenido compañeros maravillosos, divertidos y solidarios con los que he compartido horas muy positivas. He estado, y estoy, en empresas responsables, con jefes amables de los que aprender y con los que ha sido una buena experiencia trabajar, he recibido formación y mi voz ha sido escuchada. En ellas y con las personas que en ellas trabajan, te puedes sentir como en casa.
La mía es una experiencia extrapolable a muchas de las personas de mi edad y también de otras. Actualmente, me encuentro trabajando en un proyecto en el que creo y por el que apuesto. Su nombre es Building Communities y, en él, ser humano retoma el protagonismo de las organizaciones empresariales a través de la construcción de una comunidad real.
No se puede obviar, y menos en un contexto tan duro de crisis como el que estamos viviendo, que las empresas las formamos las personas, con nuestras emociones, nuestro talento, nuestros conocimientos, nuestras habilidades, nuestras aspiraciones y también nuestras relaciones. Olvidar esto es abrir la puerta a la falta de implicación con el trabajo o al abandono de la organización. Para muestra, un artículo aparecido hoy en La Vanguardia que invita a la reflexión.
Para mí, está claro: una empresa en la que el trato sea adecuado, haya un buen ambiente de trabajo, se me permita desarrollarme como profesional, pueda aportar valor, encuentre un sentido a lo que hago, tenga el apoyo de superiores y compañeros y el salario se ajuste a mis necesidades es una empresa donde me quiero quedar y donde voy a dar lo mejor. ¿Qué opináis vosotros?